Existe una gran dicotomía en el accionar de los gestores
académicos y es que actúan no tomando en consideración que la escuela es una
empresa, una empresa de servicios académicos, en la que se debe tener en cuenta
todos los elementos de cualquier tipo de organización.
Este servicio académico que se brinda, es mucho más delicado
que el que ofrecen otros tipos de empresas, es más delicado porque este
servicio impacta en la vida de aquellos que reciben el beneficio, por ello el
cuidado que se tiene que tener a la hora de la toma de decisiones tiene
diversas implicaciones.
Una de las implicaciones es que el gestor no asume el rol de
gerente, este no asume una visión completa de todo el proceso. El proceso académico es importantísimo, pero
su trabajo se centra solo en una parte del proceso, olvidando que los procesos
administrativos que envuelven al centro y que forman parte del quehacer y de
las bases fundamentales para el éxito de este.
Otra implicación es querer que la escuela-empresa funcione
sin recursos económicos, Que funcione con los llamados recursos del entorno,
ciertamente los recursos del entorno pueden servir, pero ninguna empresa puede
poner a caminar los proyectos sin presupuesto,
en ese sentido, tiene que estar claro de los recursos que necesita para
que puedan lograr los resultados esperados.
El rol del gerente es esencial por lo que las empresas tienen
que tener un ojo clínico a la hora de colocar los gestores académicos en
posiciones claves de la academia.
Nos seguimos leyendo.....